Con una misma ilusión volvemos a Lourdes un año más, unidos en oración y en compañía de enfermos, voluntarios y peregrinos, organizamos nuestra salida con un mismo sentimiento.
Con la peregrinación décimo tercera, la hospitalidad refuerza la ilusión que tenemos todos los años de volver, esas energías y esas fuerzas que tenemos, y la base fundamental de la hospitalidad, los jóvenes.