Ésta capilla es frecuentada por personas que buscan y encuentran la paz y tranquilidad de la conciencia. Se encuentra visible y accesible para los peregrinos y visitantes al final de la rampa derecha de la Basílica del Rosario. Allí hay sacerdotes que reciben y atienden a los peregrinos en cada una de las seis lenguas oficiales del santuario: Francés, Italiano, Inglés, Alemán y Neerlandés. Dispone de 48 confesionarios de diseño moderno, situados en dos pisos y distribuídos según los distintos idiomas.
Al exterior, en un extremo de la capilla, está la estatua de San Juan María Vianney, patrono de los confesores. Y a lo largo de la ribera del Gave, un agradable paseo ofrece la posibilidad de atender a los penitentes al aire libre.
LA CAPILLA DE LA ADORACIÓN:
La Capilla de la Adoración está enfrente de la Gruta, detrás de la iglesia Santa Bernardita. Fue inaugurada en 1995. Celebra misa diariamente durante la temporada de peregrinaciones. El Santísimo está expuesto en el sagrario con las puertas abiertas, para la adoración. La capilla está abierta todo el día.
EL VIACRUCIS DE LOS ENFERMOS:
En 2001, Monseñor Jacques Perrier, obispo de Tarbes-Lourdes, decidió erigir un nuevo viacrucis accesible a los peregrinos de movilidad reducida. Este nuevo viacrucis destinado al Santuario de Nuestra Señora de Lourdes ha sido financiado por diversos donantes.
EL MANANTIAL DE LA GRUTA:
En el fondo de la Gruta de Massabielle se puede ver el manantial del que brota el agua y alimenta las fuentes, piscinas y el camino del agua del santuario.
LAS FUENTES:
El agua del manantial de la Gruta está canalizado hacia depósitos subterráneos, que contienen unos 3.000 metros cúbicos. Desde esos depósitos, se dirige a las fuentes, a las piscinas y a la oficina de envío de agua. Muchos peregrinos llenan en estas fuentes botellas y garrafas para llevar agua a sus casas.
Al año, se requieren unos 10.000 metros cúbicos de agua para abastecer a las piscinas, fuentes y al Camino del agua.
El agua de las fuentes es simple, pura, potable, idéntica a cualquier otro agua de esta región.
LAS PISCINAS:
El actual edificio de las piscinas data de 1955. Cuando empezó a desbordarse el número de personas que venía a estos manantiales a bañarse, se construyeron estas piscinas, una especie de grandes bañeras en las que los peregrinos se bañan con ayuda de los Hospitalarios. Cuenta con 17 bañeras de mármol, 11 de ellas para las mujeres y 6 para los hombres, y bañeras para niños. Unos 350.000 peregrinos viven cada año esta experiencia.
EL CAMINO DEL AGUA:
El camino está formado por nueve fuentes, y se encuentra a la orilla derecha del río Gve. Cada fuente tiene un nombre bíblico. En este camino, se invita al peregrino y al visitante a beber y lavarse la cara y las manos.
IGLESIA DE SANTA BERNARDITA:
El conjunto del edificio es plenamente moderno como respuesta al mundo de hoy, que busca un sentido a la vida y signos de esperanza. Se complementa con varias salas para el encuentro de grupos. En el centro de su arquitectura de metal y hormigón, obra del arquitecto Jean-Paul Félix, llama la atención un gran Cristo de madera dorada, con los brazos extendidos. La iglesia se levanta en el lugar en que Bernardita tuvo su última aparición, ya que ese día, la policía había vallado la entrada a la Gruta y prohibía el acceso. Bernardita tuvo que ir al otro lado del río para mantener el encuentro con la Señora y fue aquí donde ocurrió. Se inauguró en 1988, 130 años después de aquel acontecimiento. Hay que señalar el icono auténtico, de gran tamaño, situado en el presbiterio, copia del célebre icono de Cambrai.
LA EXPLANADA:
Esta solemne avenida conduce al Santuario, con la fachada de la Basílica del Rosario de fondo.
Con capacidad para más de 40.000 personas, adquiere todo su esplendor a última hora de la tarde, cuando militares de peregrinos realizan la Procesión mariana de las Antorchas, con velas encendidas. A cada lado de la explanada, Teresa del Niño Jesús y Bernardita, dos de las santas más populares de nuestro tiempo, están frente a frente.
Bernardita niña, está apoyada sobre una piedra, rezando el rosario. Fue bendecida en 1936.
Éste “espacio sagrado” está delimitado al norte y al sur por dos grandes rampas de 130 m de longitud, como dos enormes brazos abiertos para acoger a los peregrinos. Al oeste, se encuentra la fachada de la Basílica Nuestra Señora del Rosario. Al este, la Virgen coronada y el calvario de los Bretones, inaugurado en 1900. Hay un paso transversal por el que se puede pasar directamente del Centro de Acogida “Notre Dame” a la Basílica San Pío X.