LA LUZ
En Lourdes, se encienden velas para confiar todas nuestras intenciones a la Virgen María, y la llama que arde prolonga nuestra oración. Fue el 19 de febrero de 1858 cuando Bernardita fue a la Gruta por primera vez con una vela, y fue el 7 de abril, miércoles de Pascua, cuando la llama de la vela que sostenía le lamió los dedos sin quemarlos.
En las Capillas de la Luz, frente a la Gruta al otro lado del río Gave, como millones de peregrinos, se puede encender una vela para que se consuma.
La forma más conocida, y sin duda la más conmovedora de: <<venir aquí en procesión>>, como pide la Virgen María, es participar en la Procesión de Antorchas. Junto con los peregrinos de todo el mundo, rezando el rosario y cantando el Ave María de Lourdes, seguimos y llevamos la luz de Cristo para reavivar nuestra fe y fortalecer nuestra esperanza. En la Procesión de Antorchas, caminando con una vela encendida en la mano, expresa la luz que ilumina el camino y la luz de la vida.
"venir aquí en procesión"
Cada año, unas 700 toneladas de velas arden ante la Gruta por usted y por los que no pudieron acudir allí. Por otra parte, el signo de la luz está presente en todas partes en la Historia Sagrada. Los peregrinos y visitantes de Lourdes en procesión con una vela en la mano expresan la esperanza.