HISTORIA
Bernadette, una niña que, a la edad de 14 años, presenció todos y cada uno de los 18 fenómenos ocurridos en la Gruta de Lourdes. Un momento, en el que Bernadette se dirigió a recoger leña en Massiebelle, escuchó un ruido que llamó notablemente su atención. Decidió investigar aquel sonido y, cerca de la gruta, pudo contemplar una imagen que al principio no pudo serle familiar, algo que más tarde, comprendió de la presencia de la Virgen María.
A los pies de la Virgen, se encontraban dos rosas doradas, y sus manos, en posición de orar, colgaba de ellas un rosario.Aquella primera interacción entre Bernadette y la Virgen, fue rechazada por muchos mientras que otras bastantes personas, ideaban la posibilidad de ser un milagro en la gruta de Lourdes.
Estos encuentros abordaban sobre una serie de rezos que hacía la Virgen, hasta que llegado a su fin dicho rezo, aquella Inmaculada se encaminaba hacia la gruta desapareciendo en ésta.
En la novena aparición, Bernadette contó lo que la Virgen le dijo: “Me dijo que fuera a beber a la fuente. No encontré más que un poco de agua fangosa. Al cuarto intento, conseguí beber; luego la visión desapareció, y me marché”. Las apariciones continuaron progresivamente hasta que, en la decimotercera, la Virgen expresó su petición a Bernadette: “Ve a decir a los sacerdotes que se construya aquí una capilla y que se venga en procesión”. Hecho que el párroco Peyra-male volvió a decir a la joven: “Si de verdad la Señora quiere una capilla, que diga su nombre y haga florecer el rosal de la Gruta”.
En la decimosexta aparición, en el día de la Anunciación, la Virgen al fin le reveló su nombre a la joven: “Yo soy Inmaculada Concepción” (“Que soy era Inmaculada Councepciou”). La pequeña salió corriendo al encuentro del pueblo repitiendo sin cesar aquellas palabras que no lograban entender.
Por ello es por lo que se le conoce como Nuestra Señora de Lourdes, quien es llamada la patrona de los enfermos. En cuanto a la advocación católica, se la proporciona por las 18 apariciones de la Virgen María, a Santa Bernadette Soubirous en la gruta de Massabielle a las orillas de las aguas del río Gave. Esto en una población de Francia, Lourdes.